Una cúpula que por dentro parecía un iglú y por fuera una tortuga rosa (¿a quien se le ocurrió la feliz idea de que aquello pareciese un club de alterne pijo?) fue la encargada de albergar el inicio de gira de ese tipo bajito de Vigo que a todos nos ha hecho llorar alguna vez con sus canciones.
“Quiero dedicar este concierto a la paz, y que a partir de ahora la violencia en este país solo exista en los videojuegos, en los cómics, en las películas, en los libros…y en las canciones”. Con estas palabras presentó ‘Fahrenheit 451’. Siguió con un repaso de los mejores temas de sus discos en solitario, como ‘Extrema pobreza’, ‘Ciudadano A’, Jet lag’, ‘Rocco Sigfredi’ o ‘NYC’, intercalándolos con temas de los Piratas como ‘Tio vivo’ o ‘Santadrenalina’, y un tema nuevo de ‘Confesiones…’, ‘Mi munchausen’. Pero sin duda dos de los temas más coreados fueron ‘Promesas que no valen nada’ y ‘Años 80’. Dos himnos que forman parte de la historia del pop de este país, de esos que gustan tanto a tu madre como a tu vecino indie-moderno-gafapasta o a tu amiga reggaetonera.

Y ahora si que se acerca la recta final del concierto. Una preciosa ‘SPNB’ con Amaro a la guitarra, y ya con la banda al completo ‘Te toca tirar’, ‘El equilibrio es imposible’, ‘Días azules’ y ‘Mi coco’ cerraron la noche.
A estas alturas nadie puede decir que Iván Ferreiro no es uno de los mejores escritores de canciones que tenemos en este país. Ni pop, ni rock, ni indie. Nada de etiquetas. Canciones, que al fin y al cabo es lo único importante en esto. Canciones para el tiempo y la distancia.
1 comentario:
Me encanta tu blog y esa frase del final. Canciones para el tiempo y la distancia. :D
Publicar un comentario