Para quien no lo conozca (todavía), él es Jorge Marazu, es de Ávila y hace canciones. Sin más. Así de simple. CANCIONES en mayúsculas. Sinceras, honestas, canciones de verdad. De las que suenan bien de cualquier manera, con banda, sin ella, con una acústica, con dos o con lo que sea. En el caso del concierto del Café Teatro eran dos, el propio Jorge acompañado de Juanmi Santiago a la segunda guitarra.
Antes de Jorge se subió al escenario David Negrín, más conocido como Perro Flaco. Acaba de sacar nuevo EP, “Uno dos tres”, que presentó por primera vez (aunque de manera muy breve) en tierras pucelanas. Cinco temas que supieron a poco. Pero David se merece una entrada aparte, que llegará con su visita a Café Teatro o, si hay suerte, antes a Salamanca.
Buscando información por Internet, me encontré con algo que seguramente mucha gente conocía, pero yo no, y es una maqueta que sacaste en 2005 llamada ‘El sentido de los peces’. ¿Ha cambiado tu forma de hacer canciones desde hace seis años hasta ahora?
Claro, es una cosa totalmente diferente, no tiene nada que ver. Son canciones de un niño de 17 años, hacía canciones por amor al arte. Ahora mismo hago algo completamente distinto, no tiene nada que ver.
Es una maqueta que saqué con una compañía de Madrid, gané un concurso y el premio era eso.
Hay una canción que me llama la atención, que se sale un poco de la tónica de todas las demás y es ‘No me llegas a la suela del zapato’. Es como un subidón de autoestima para todo aquel que la escucha.
Yo es que creo que las canciones se hacen así. El resto de las canciones van por otro sitio porque es el momento que me ha tocado vivir, pero no me pongo barreras a la hora de hacer canciones. Por ejemplo, no tiene nada que ver ésta con ‘La felicidad’, que es un bolero, o incluso un tango. Incluso la autoestima de esta canción va por otro sitio porque es lo que sentía en ese momento y es lo que me apetecía hacer. Y ya está, es lo que mola.
Muchos medios, cuando se hacen eco de ti o de tus conciertos, siempre se refieren a ti como ‘cantautor’. ¿Te identificas con esa etiqueta?
Y le tocó el turno a Marazu. Si soy sincera, no se ni con que canción empezó, ni cuantas tocó, ni se me el título de la mitad de las canciones. Sólo sé que ‘Miedo’ es una de las canciones más bonitas que he escuchado en mi vida, que flipé con muchas de las frases de ‘La felicidad’ o que ‘No me llegas a la suela del zapato’ es un temazo. Porque si hay algo que destacar de Marazu, aparte de su voz, son sus letras. Al día siguiente del concierto me preguntaron que qué tal fue, que qué tal es, que no lo conocían. Mi respuesta fue: “La última vez que me impactaron tanto unas letras de canciones fue cuando descubrí a Quique González”. Y van cuatro años desde entonces.
Siguiendo con el concierto, después de temas como ‘La enredadera’ o ‘Las otras’, cerró la primera parte con ‘Recuerdo crónico’. Sin bajarse del escenario, siguió con una versión de ‘Me estás atrapando otra vez’, de Los Rodríguez, con espontáneo incluido. Y para terminar, se subieron David Negrín y Víctor López (guitarrista de Sonograma y de Perro Flaco) para cantar un tema del primero, “En mi casa hace sol”.
En definitiva, Marazu dio un gran concierto al que hay que sumarle el mérito de que iba sin dormir, consecuencia de la presentación del EP de David el día anterior en Madrid y de estar mañana y tarde de entrevistas por radios y televisiones varias de Valladolid.
Y aunque esto no es una radio o una tele, también tuve la oportunidad de entrevistarlo. Aunque después de escucharla, más que una entrevista yo diría que es una conversación sobre música, sin más. Fuimos a Café Teatro de nuevo y mucho más descansados que la noche anterior. Quedaros con su nombre, porque va a dar mucho que hablar. Con todos ustedes, Jorge Marazu.
Claro, es una cosa totalmente diferente, no tiene nada que ver. Son canciones de un niño de 17 años, hacía canciones por amor al arte. Ahora mismo hago algo completamente distinto, no tiene nada que ver.
Es una maqueta que saqué con una compañía de Madrid, gané un concurso y el premio era eso.
Hay una canción que me llama la atención, que se sale un poco de la tónica de todas las demás y es ‘No me llegas a la suela del zapato’. Es como un subidón de autoestima para todo aquel que la escucha.
Yo es que creo que las canciones se hacen así. El resto de las canciones van por otro sitio porque es el momento que me ha tocado vivir, pero no me pongo barreras a la hora de hacer canciones. Por ejemplo, no tiene nada que ver ésta con ‘La felicidad’, que es un bolero, o incluso un tango. Incluso la autoestima de esta canción va por otro sitio porque es lo que sentía en ese momento y es lo que me apetecía hacer. Y ya está, es lo que mola.
‘La felicidad’ yo no la había escuchado y me gustó muchísimo. Tiene algunas frases con las que pensaba ‘¡cómo ha podido escribir esto!’.
Es mi favorita. Mira, una de mis canciones favoritas de la historia es ‘Nostalgia’, que han versionado Calamaro y Diego el Cigala, que es un bolero brutal y me recuerda mucho a esa canción. Y por primera vez me están empezando a gustar mis frases, de decir ‘por fin digo cosas interesantes’, algo que no me pasaba cuando saqué la maqueta, o hace tres o cuatro años, porque eran canciones de un niño.
Muchos medios, cuando se hacen eco de ti o de tus conciertos, siempre se refieren a ti como ‘cantautor’. ¿Te identificas con esa etiqueta?
Para nada. Yo creo que no tengo nada que ver. Entre mis influencias igual hay algún cantautor, tal y como se entiende la palabra ‘cantautor’ en este país, pero creo que mi forma de entender la música va por otro sitio. Lo primero que a mi no me gusta defender las canciones sólo con la guitarra porque no están hechas para eso. Siempre hago algún arreglo, por muy pequeño que sea. Pero ser cantautor para mí es otra cosa. A ver, soy cantautor, tal y como se entiende la palabra, pero aquí la canción de autor es una cosa que va por otro sitio, y que no es lo que yo hago.
Ahora estás con el proyecto en solitario, pero no hay que olvidar la etapa en Bipolaire. ¿Qué has aprendido en el tiempo que has estado con ellos?
He aprendido más en el año que he estado, que ha sido un año nada más, que en el resto, probablemente. Lo más bonito de todo es que yo nunca había producido una canción mía. No es que la produjera yo solo, pero que nunca había visto crecer en un local una canción mía de esta manera. Estar ahí día tras día, llevar una idea y ver como crece, ha sido un aprendizaje de la hostia, y hemos vivido cosas muy bonitas porque luego los cuatro o cinco bolos que hicimos se llenaron. Se terminó porque se tenía que terminar, porque cada uno tiene una forma de ver esto, yo necesitaba hacer lo que hago ahora y ellos tenían otra forma de ver la música. Ayer me preguntaron esto y estuve hablando como media hora del tema, porque no ha habido ningún mal rollo, yo me llevo de la hostia con ellos, a Imanol lo quiero muchísimo, a Marcos también, pero entendemos la música de una manera diferente.
Después de Bipolaire, sigues tocando con el bajista, Juanmi, pero también estás con gente como Basilio Martí, que tocaba con Antonio Vega, y con Toni Jurado, que toca con Quique González. ¿Qué es para ti tocar con gente que tiene tanta experiencia?
También vas a tocar con Alfa de Le Punk, en el Gatuperio, en Madrid. (18 de Marzo).
Es una maravilla. Un regalo. Poder decir por ahí que estoy tocando con estos tíos para mí es un regalo. Y lo bonito es poder compartirlo con Juanmi. Basilio y Toni tienen unas tablas de la hostia, una experiencia de la hostia y un gusto de la hostia, y una forma de entender la música muy bonita, pero creo que tener a Juanmi ahí hace que las cosas suenen más contemporáneas, que sean más de ahora. En el primer concierto que hicimos en el Búho Real en esta segunda etapa de lo que estoy haciendo, estuvo el bajista fundador de Nacha Pop, y cuando terminó el concierto me dijo: “Me ha flipado, porque estáis haciendo lo que hacíamos nosotros hace 30 años, pero como se tiene que hacer ahora”. Que un tío así, que ha estado en uno de los mejores grupos de este país y que yo he admirado muchísimo, llegue y te diga eso es como ‘joder, estamos haciendo las cosas bien’.
Si, y eso mola mucho. Yo escuchaba a los Buenas Noches Rose cuando tenía 16 años y que de repente ahora me invite a un concierto suyo… Cuando me dijo que si quería compartirlo con él le dije enseguida que por supuesto. Además soy muy fan de Le Punk.
A pesar de tocar en Ávila, en Salamanca, o en Valladolid, te estás volviendo asiduo a los garitos madrileños, sobre todo al Búho Real, cantando tú solo o colaborando con Perro Flaco. Dejando de lado el tamaño de la ciudad, y de la expansión musical que hay en la capital, ¿cuál es la mayor diferencia entre un concierto en Ávila y uno en Madrid?
La actitud de la gente. La gente que va en Madrid sabe portarse en un concierto y la gente que va en Ávila no está acostumbrada. No es que quiera faltar al respeto ni nada parecido, pero en Ávila no hay rutina de conciertos y la gente no sabe cómo hay que estar, y en Madrid sí. Tú vas al Búho y hay silencio sepulcral desde que empiezas hasta que acabas. Es muy diferente la gente que va porque quiere escucharte, a la que va porque te conoce de oídas o por amigos y dicen ‘bah, voy a ver a este a ver que hace’. Y en Madrid eso pasa menos. En Madrid la gente que va, es porque quiere ver un concierto de verdad, y en el caso del Búho, es un garito con mucha tradición. Si hablas en el Búho mientras alguien canta, la gente te mira mal.
Pues yo creo que para Octubre. Esa es la idea, pero depende mucho de la pasta. Estoy con una historia en la cabeza, que ya lo he hablado con mi mánager para poder financiarlo, y negociando con Universal a ver si nos dejan algo de pasta. Pero mi idea es que en Octubre haya algo, lo que sea, y sino lo grabo yo sólo con guitarra, pero algo tiene que haber.
4 comentarios:
desayunando
dejo mi tostada con aceite a un lado para aplaudirte, a ti, a el y a la música....
increible
chapó.
digo lo mismo que Jani: OS APLAUDO
No me esperaba una entrevista tan buena... y es que también para ese negocio hay que echarle cariño y sentimiento.
Dicho de otro modo...enhorabuena por la entrevista, por las preguntas...porque le has calado.
Canciones. Tan fácil y tan difícil
Tengo el gustazo de poder conocer a este excelente artista y ademas de hacer algo con sentimiento y bonito y bordarlo al interpretarlo es una excelente persona que dedica todo el tiempo a su sueño, la música.
Estoy convencido de que pronto llegará arriba.
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