La verdad es que razones no nos han faltado: las dos vimos el concierto de la gira S, y los tres grupos (Sidonie, Sidecars y Supersubmarina) lo bordaron, vimos a Pereza en el Teatro Alcalá, y yo vi a Quique González en la Riviera. Con-cier-ta-zos todos.
De todos ellos hemos hablado por aquí, asi que hoy quiero detenerme en otro artista. Un artista que no tiene el reconocimiento a nivel medíatico (todavía) que tienen Rubén y Leiva, o que poquito a poco están consiguiendo los chicos de Sidecars, pero que al igual que todos ellos, lleva la música en la sangre, y eso se nota.
César Pop no es solo el teclista de Pereza. César Pop va mucho más allá de eso. Y tiene un puñado de buenas canciones para demostrarlo. Canciones que defiende únicamente con su guitarra o su teclado, sin necesidad de nada más.
En este mes he podido verlo dos veces en directo. La primera el 21 de Diciembre en el Libertad 8, de Madrid. Un concierto inesperado, ya que lo anunció con sólo un par de días de antelación en su myspace (www.myspace.com/cesarpopmadrid), coincidiendo con la semana que me había tomado de conciertos madrileños.
El concierto comenzó, si no recuerdo mal, con Cuando yo te vuelva a ver, tema que habla sobre Baires, ciudad en la que se ha estrenado como solista el pasado 19 de Enero. Cantó todos los temas que están (o han estado) colgados en el myspace: Lo que queda, Sabía demasiado, El alambre, Besos, Veranillo de San Miguel, Magia (tema que cedió a Iván Ferreiro y que este incluyó en su último disco 'Mentiroso mentiroso'), o el que podría denominarse su tema estrella, Toni 2 Café Teatro. También intercaló temas más nuevos, como Te llames como te llames, A pesar de lo que parezca, Tienes que ser tú, Deudas de juego, y algunas versiones: Serrat, La Cabra Mecánica y Quique González (del que cantó Riesgo y altura, cuya música es del propio César) fueron los elegidos.
Un concierto bonito, con canciones bonitas y compañía bonita, algo no muy distinto a lo que se vivió en el Café Teatro de Valladolid el pasado 14 de Enero. Mismo repertorio (esta vez con Alex Martín a la guitarra en Lo que queda) y mismas ganas e ilusión de César por tocar, y esta vez con el añadido de haber multiplicado por cinco el aforo de la sala, en comparación a la vez anterior que tocó allí. Pero la noche no acabó con el concierto. Siguió, como mínimo, tres horas más entre versiones de Calamaro, Burning o Los secretos.
Está claro que César nació para hacer música, ya sea para tocar sus propias canciones, la guitarra en Lady Madrid o los teclados en Mundo frágil.
Y sí, todo lo hace bien.
Alba.
2 comentarios:
cesar es mucho más que el teclista de pereza.... tiene algo especial
grande pop!
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